Vivo ocaso de podridas flores,
cae sobre la noche el velo del día,
insensible a melancólicos noctámbulos
que se refugian en el anonimato lunar.
Busca el ciego sus gafas para el Sol,
que el día está muy nublado y puede ofuscar su percepción.
¡Corre, corre! El tren de la felicidad no espera a nadie,
pero tampoco impacientes, que el de la idiotez aún está ahí.
Ríe, salta y juega como más prefieras,
pero recuerda al inquisitivo índice que te apunta.
¡Ay de aquellos que dicen ser plenos!,
porque de ellos es el reino de los señalados.
martes, 27 de octubre de 2009
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1 comentarios:
Yo soy del bando de los "soñadores"....y de nosotros son el reino de los inframundos oníricos,las nubes,los arcoiris y los infiernos....!!
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