Fluir el espíritu libre entre pensamientos,
llegar al Nirvana, Cielo o tienda de alcoholes,
pudrirse el alma en una caja de madera o metal.
El humo del cigarro también puede ser dulce,
y exhalando agrias bocanadas de humanidad
colarse por los rincones de mi fantasía.
El gato de Schrödinger no está ni vivo ni muerto,
más bien zombificado, hechado a su propia suerte
sin observador aparente.
Plantar un libro, escibir un hijo o tener un árbol
son cosas que ahora no quiero hacer,
o tal vez sí pero mejor no.
Como Batman y Gokú,
Wolverine y Bob Esponja,
la coherencia no es hoy,
otra vez,
para variar,
como de costumbre,
tal como últimamente,
ni mañana tampoco,
probablemente,
tal vez sí,
mi compañera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Me quedo con los tres primeros cuartetos,me dicen más. Me gusta el estilo sí.
Publicar un comentario