martes, 4 de enero de 2011

Resurrección


Pesadas alas intentan levantar a vuelo
un lacerado y triste cuerpo,
que no tiene más vida
que el gastado suelo sobre el cual se desploma.

Forcejeando en contra
logran levantar a la chica,
que vuela pesada y falta de gracia,
marcando el camino con sangre al levitar.

Hadas siguen el camino,
haciendo un festín con la sangre de la joven mujer.
Devorando cada resquicio de alma
y escupiendo torpes gargajos putrefactos.

Difuntas plumas riegan el suelo,
cubriendo todo
de un gris blanconegruzco
que brilla con el reflejo de los astros pasajeros.

Los cuervos color arcoiris
comen el cuerpo de la mujer,
volando luego hacia lo más alto
inmolándose en señal de eternidad.


2 comentarios:

Juanci Juacín dijo...

Bello y macabro a la vez :S. Saludos Wey!.

Makeda dijo...

Un día,tuvieron un sueño parecido sobre mí,yo era ese cadáver y los cuervos comían mis restos,el poema ha salido muy justo...

 


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